En realidad... es triste. Piénsalo. Nunca vas a llegar a oír todo lo que tengo que decirte, y no es poco. Nunca vas a llegar a verte con los ojos que yo te veo, puede que por suerte. Nunca vas a poder ver la sonrisa al otro lado de la pantalla, y las inacabables dudas para responder. Nunca vas a poder ver mis manos temblar al cojer el teléfono.  Nunca tartamudearás para decirme "buenos días", ni echarás la mirada al suelo, nunca te sonrojarás cuando te mire fijamente ni te saldrá esa risa tonta por cualquier estupidez que diga, nunca sentirás que el corazón se te sale del pecho al tocarme, como a mi me pasa. Nunca sentirás por mi todas estas cosas y nunca llegarás a quererme ni la mitad de lo que te yo te quiero. Y por lo tanto, nunca te darás cuenta de todo lo que has ignorado.





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