Vamos a jugar aun juego: Levántate, ponte recta y levanta bien la cabeza. Fija tu mirada en el horizonte y empieza a caminar. Camina lentamente, disfruta de cada paso, pero no pares, eso es lo más importante. Si te paras, pierdes. Cuanta mas seguridad tengas y más feliz seas, más puntos ganas. Olvida los malos recuerdos, deja tu mente en blanco, abre tu corazón, piensa en el presente, en el HOY. Ni se te ocurra llorar con el pasado, porque por cada lágrima, retrocedes un paso. No aceleres repentinamente, o te saltarás casillas... y lo más esencial de todo: si das la vuelta, quedas eliminada.







Supongamos que cada mañana al levantarte te encuentras 1.440 euros. Sin hacer nada para ganarlos, sin esfuerzo alguno. Puedes regalarlos, gastarlos, divertirte con ellos o quemarlos. La única condición es que los que no uses, al final del día desaparecerán. Así funciona la vida. La diferencia es que lo que te encuentras cada día no son 1.440 euros, son 1.440 minutos. Piensa bien qué vas a hacer con ellos. Los que no uses, se perderán.




-B4. ¿Ella te gusta?
-Agua. No.
-B5. ¿Te gusta alguien?
-Tocado. Quizás.
-B6. ¿Me puedes decir quién es?
-Tocado. Solo si lo adivinas.
-B7. ¿Soy yo?
-Tocado y hundido.





"Clary,

Escribo esto mientras veo salir el sol. Estás dormida, noto cómo sueñas al observar tus párpados inquietos. Me gustaría saber lo que pasa por tu cabeza. Ojalá pudiera colarme dentro de ella y ver el mundo a través de tus ojos. Poder verme a mí mismo como tú me ves. O puede que no quiera verlo. Puede que eso me hiciera sentir más aún que estoy perpetuando una especie de Gran Mentira en ti, y no lo soportaría.

Te pertenezco. Podrías hacer lo que quisieras conmigo y yo te lo consentiría. Podrías pedirme cualquier cosa y yo me desviviría por hacerte feliz. Mi corazón me dice que este es el mejor y mayor sentimiento que he albergado nunca. Pero mi mente sabe la diferencia entre desear lo que no puedes tener y desear lo que no deberías. Y yo no debería desearte.

Llevo toda la noche viéndote dormir, observando cómo se alza y se desvanece la luz de la luna, proyectando sus sombras sobre tu rostro en blanco y negro. Nunca había visto nada tan bello. Pienso en la vida que podríamos haber tenido si las cosas hubieran sido diferentes, una vida en la que esta noche no sería un acontecimiento aislado, separado de toda realidad, sino lo que serían todas las noches. Pero las cosas no son diferentes, y no puedo mirarte sin dejar de sentir que he sido yo el que ha provocado que me quieras.

Así que te mentí anoche. Dije que sólo quería pasar una noche contigo, pero lo que querría es pasar todas las noches contigo. Y es por eso que debo salir por tu ventana ahora, como un cobarde. Porque si tuviera que decirte esto a la cara, no podría marcharme.
No te culpo si me odias, ojalá lo hicieras. Mientras pueda seguir soñando, seguiré soñando contigo.


                                                                                                         Jace"